miércoles, 29 de septiembre de 2010

6. El mejor día:)

Hoy era el primer lunes después de aquéllos apasionados besos que tuve con Lucas… No le había visto, porqué no pude, o tal vez porqué me daba vergüenza… quien sabe. En parte tenía ganas de verle, pero en parte no, no sabía que hacer ni decirle cuando le viera… Tenía miedo a que esos besos se hubieran quedado guardados en esa playa y que solo lo supiéramos nosotros, que nunca salieran a la verdad… y que nunca le importaron.
Faltaban cinco minutos para que tocara el timbre y Lucas no había venido, era extraño, siempre era muy puntual.
-Celine, ¿me estás escuchando? –dijo Marc. Estaba tan distraída pensando en Lucas que ni me acordaba que Marc me hablaba.
-Perdón, estaba pensando en otra cosa… -dije avergonzada.
-Por ahí viene. –informó.
-¿Qué? ¿A que te refieres? –dije sin entender.
-Qué por ahí viene Lucas. –dijo en un suspiro, se dio media vuelta y empezó a hablar con un amigo suyo. Creo que Marc se estaba empezando a enfadar conmigo, desde que Lucas estaba con nosotros, no paraba de hacerle caso, había pasado de Marc, demasiado diría yo… Me sentía mal, no quería que Marc se enfadara, pero, estaba tan pendiente de observar a Lucas, que se me olvidaba todo lo que me venía en mente.
Me di media vuelta como si no le hubiera visto, y me empecé a tocar el pelo, nerviosa, me mordí la uña del dedo índice. Hasta que sentí que una mano me rozaba el hombro, me giré deseando que ese alguien fuera Lucas, y en efecto, lo era.
Me miró con una sonrisa un poco tímida y me abrazo con delicadeza, me besó la frente y se despegó de mí.
-Hola. –dijo con una sonrisa.
-Hola. –logré decir con delicadeza. Lucas se me quedó mirando unos instantes, hasta que nuestras miradas se encontraron, aunque la desvié rápidamente con vergüenza.
Al minuto sonó el timbre y nos adentramos. Tocaba biología, sinceramente, no tenía ganas de hacer nada… pero, me senté en mi sitio y saqué rápidamente el cuaderno y el libro y los abrí en orden. Coloqué mi estuche y saqué los bolígrafos.
Cogí mi móvil y empecé a escribir un mensaje: Bueno cariño, quiero decirte que te quiero mucho, que eres genial... que en todo este tiempo no hay nada que me haga más feliz que tú... Que hoy me ha encantado cenar contigo, y que eres perfecto... Te quiero.

-Celine. -dijo Lucas tirándome una gomita en el pelo. Lucas en clase de matemáticas, se sentaba detrás mía. Me giré a ver que quería, tenía una sonrisa pícara, una de mis favoritas... Tiró un papelito al suelo, tiré el bolígrafo a la vez y los cogí a los dos. Guardé el bolígrafo en el estuche y abrí la notita.
Celine, a las tres y media en la fuente del parque de al lado del insti, necesito hablar contigo. Besos.
By: Lucas


Sonreí para mí misma.

-Ring. -sonó el timbre, era hora de patio. En dos horas me iba a encontrar con Lucas en el parque, tenía ganas de verle, pero en parte... tenía miedo, miedo a que nada volviera a ser como antes... A que en realidad no quisiera nada... Pero, lo único que podía hacer era esperar.
-Celine. -me giré, era Marc, una sonrisa dibujó mi rostro.
-Hola Marc. -dije dándole un abrazo.
-Celine, tengo una sorpresa para ti...
-¿El que? -pregunté impaciente. De repente, Noelia, mi mejor amiga salió de la cafetería, una sonrisa recorrió mi rostro y las lágrimas empezaron a caer sobre mis pómulos. Me saludó con la mano y vino a mi lado. Se paró en frente mía y me dio un abrazo, esos abrazos que necesitan los niños cuando se enteran de que "Papa Noel" no existe, o cuando se caen al suelo y empiezan a llorar.
Mis lágrimas empezaron a caer con fuerza.
-¿Qué haces aquí? -logré decir mientras me secaba las lágrimas. Me dio un beso en la mejilla.
-Pues, he venido a vivir de momento por aquí... Mis padres me han vuelto a traer, al final su promesa se cumplió. -dijo, ella también comenzó a llorar.
Noelia era la amiga que vino conmigo al campamento... Pero, un mes antes de que mis padres se murieran, tubo que mudarse a los Ángeles con su familia, su padre había encontrado trabajo y se tubo que ir... Hacía dos años que no la veía, y sinceramente, la había echado muchísimo de menos... Pensé que ese vacío que me había dejado nunca curaría... Y ahora que la tenía delante de mi cara, sabiendo que se iba a quedar a vivir un tiempo... Había cambiado las cosas.
-Tengo tantas cosas que contarte... -dije.
-Y yo. -dijo con una sonrisa.
-Bueno chicas, os dejo solas para que habléis, ya nos vemos luego. -dijo Marc mientras se iba.
Lucas apareció de repente. Me saludó y al ver a Noelia se paró.
-Hola Celine, ¿quien es?
-Soy Noelia. -se presentó a sí misma.
-Ah, encantado, yo soy Lucas. Bueno Celine, ¿a las tres y media no?
Afirmé con la cabeza, sonrió y se fue.
-Que guapo, ¿quien es?, ¿es tu novio? -preguntó ella.
-Bueno, a mí me gusta... y el otro día nos besamos. -dije un poco avergonzada.
-Pues suerte chica.
-Como te he echado de menos... -dije abrazándola con una sonrisa.

Ya eran las tres y media, estaba entrando por la entrada principal del parque, y en efecto, Lucas estaba ahí, dándome la espalda. Me acerqué con cuidado, le toqué los hombros, le asusté. Nos reímos al unísono. Se dio media vuelta y me miró a los ojos, su cara se volvió seria, me acarició la mejilla derecha con cuidado y delicadamente, la apretó y la acercó a mis labios. Fue un beso perfecto, uno inesperado, mágico... Especial.
-Celine, desde que te vi por primera vez no paro de pensar en ti... Pero, cuando nuestros labios se rozaron, supe que no podía dejarte escapar. No sé que sentirás exactamente tú por mí, ni tampoco puedo obligarte a que me quieras, pero... quiero estar contigo...
-Sí. -logré decir antes de que Lucas dijera algo más. -Sí, quiero estar contigo, te quiero.
Le besé.
-Te quiero. Lo prometo. -logró decir.
Y así, pactamos nuestra promesa con un beso.

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